El último campeón del Club Hípico de Santiago, comenzó su periplo en los Estados Unidos con el pie derecho, consiguiendo la victoria en el Fort Marcy Stakes (G3) por $USD 150,000 corrido en la grama de Belmont Park.
Uno de los factores determinantes en las incursiones de caballos sudamericanos ya sea en Estados Unidos o en Europa es la aclimatación. En ese sentido y pese a que desde que Robert Bruce arribó en enero al país del norte, las noticias sobre su estado desde la cuadra de su entrenador Chad C. Brown siempre habían sido positivas, el poco tiempo del hijo de Fast Company en hemisferio norte era un punto a considerar en la previa de su primer desafío en Nueva York.
Lo cierto es que quedó demostrado que cuando la calidad es superlativa, se puede sobrellevar cualquier escollo. Así, el ganador de la Cuádruple Corona del Club Hípico de Santiago, la temporada pasada, se erigió con un triunfo inolvidable y que re posiciona con buenos ojos el elevage chileno en el turf más desarrollado del mundo.
Con las riendas de Tyler Gaffalione, el oriundo de Haras Convento Viejo, mismas enseñas que luce en su experiencia internacional, desplegó su mejor repertorio al cabo de los 1.800 metros de recorrido para, con un sólido cambio de ritmo, adueñarse de la victoria, superando a Spring Quality (Quality Road) por dos cuerpos 3/4 en crono global de 1.47.56 para la distancia.
El nieto de Orpen que se despidió de Chile con un total de seis triunfos, el último obtenido en los 2.400 metros del El Ensayo - Mega (G1) y ahora estiró su invicto a siete presentaciones, lo que ilusiona de sobre manera a sus responsables, que siempre han estado consientes de la calidad de Robert Bruce, aventurándose a llevarlo a correr con colores propios a una hípica muy exigente, pero en la que ya se abre paso con el mismo tranco categórico que lo hizo merecedor de todos los aplausos, en una historia que todavía está lejos de escribir su capitulo final.
Mayo 7, 2018, Estados Unidos
Sebastián Bravo Larraín